Cuando tomas una decisión y fijas una meta el siguiente paso lógico es avanzar hacia ella. No obstante, ese avance requiere el atrevimiento de cortar con la situación actual. Implica coraje y el don del desapego.
Muchas veces los miedos, el apego a las circunstancias con las que nos identificamos, las creencias fijas y la culpa nos mantienen amarrados a situaciones que necesariamente deben quedar atrás. Cualquier rigidez tarde o temprano se quebrará y no te quedará más remedio que caminar.
El universo entero avanza. El año no se atasca en el invierno y los árboles no añoran la época cuando eran semillas. El presente se experimenta y disfruta a cada paso, día por día. Así eres tu: la meta aparece, el camino se abre y algo te empuja a seguirlo. Lo sensato es no resistirse y dejarte guiar desde lo profundo.
Si queremos ser artesanos de nuestras vidas hay que seguir adelante participando activamente de la remodelación de nuestra personalidad y su medio. Muchas veces habrá que descartar elementos internos o externos que ya no tienen lugar en el diseño de nuestra personalidad. ¿Cuál es tu siguiente paso?